Carretera Durango-Mazatlán, en el kilometro 165, federal No. 40

El Espinazo del Diablo es un camino legendario entre los automovilistas y un maravilloso espectáculo natural en la Sierra Madre Occidental. Se localiza a la altura del kilómetro 168 de la carretera 40 que une a la ciudad de Durango con el puerto de Mazatlán, y cubre un tramo de carretera de 20 km. donde se puede contemplar el maravilloso espectáculo que ofrece la Sierra Madre Occidental, con altitudes de hasta 2,400 metros sobre el nivel del mar.


Por cerca de 20 kilometros la carretera corre muy próxima del borde de la mesa hasta llegar a este punto, donde no hay más que un pequeno estacionamiento con algunos puestos de antojitos y golosinas y la enorme placa que conmemora la inauguración de esta carretera en 1960. La vista, desde luego, es más que espectacular. En días claros se ve la línea azul del océano Pacífico y por la noche se distinguen los destellos del faro de Mazatlán.


Algunos mexicanos dicen que las impresionantes barrancas que se despliegan a ambos lados del camino hacen ver al diablo. Otros afirman que el nombre viene de lo peligroso de tantas quebradas que hay entre las conformaciones montañosas de la sierra. Una más, afirma que se debe a lo fuerte que sopla el viento y el ruido que provoca al filtrarse un sinnúmero de corrientes de aire.

El mirador del Espinazo de Diablo tiene una vista única por su altura hacia ambos lados, ya que se encuentra entre dos profundas barrancas, por ello vale la pena bajarse del automóvil y contemplar la inmensa extensión y la incomparable belleza de la Sierra Madre Occidental.

Puede no ser más que una parada en la carretera, pero es "La parada" de las carreteras mexicanas. No detenerse aqui es como visitar Acapulco sin ir a la playa.